En las noches despejadas del desierto de Atacama, cuando el sol se esconde tras las distantes montañas, comienza un espectáculo estelar incomparable. Este año 2025, Chile se ha convertido en el epicentro de un fenómeno extraordinario: cometas brillantes que iluminan el firmamento sobre algunos de los observatorios astronómicos más importantes del mundo. Más allá de las postales turísticas habituales, estos cuerpos celestes ofrecen una ventana única al universo para aquellos aventureros dispuestos a adentrarse en el desierto más árido del planeta.
El fenómeno astronómico que está cambiando el turismo chileno
El cometa C/2024 G3 (ATLAS), descubierto precisamente desde el Observatorio El Sauce en Río Hurtado, y el próximo SWAN25F han transformado los cielos chilenos en un imán para astrónomos y viajeros. Estas maravillas celestes, visibles a simple vista, han despertado un nuevo tipo de turismo en Chile, mezclando la fascinación científica con la aventura en parajes remotos pero accesibles.
El refugio perfecto para cazadores de estrellas
El Valle del Elqui, San Pedro de Atacama y el Cajón del Maipo se han convertido en destinos predilectos para quienes buscan esta experiencia única. «Cuando un cometa atraviesa nuestro cielo, es como si el universo nos enviara un mensaje que solo podemos descifrar aquí», explica Manuel Paredes, astrónomo del Observatorio Paranal, donde las impresionantes colas de polvo del cometa ATLAS fueron capturadas en enero.
Un desierto que guarda secretos milenarios
Lo que hace único este fenómeno es su entorno. Similar a los laberintos acuáticos patagónicos en el sur de Chile, el desierto de Atacama esconde sus propios secretos. Mientras esperas la caída del sol, puedes explorar formaciones rocosas ancestrales, géiseres humeantes y lagunas altiplánicas donde flamencos rosados contrastan con el blanco salino.
Más allá del fenómeno celeste: experiencias terrestres
Para complementar la observación astronómica, el desierto ofrece experiencias culturales excepcionales. Los pueblos atacameños, con más de 10,000 años de historia, comparten sus conocimientos astronómicos tradicionales. «Nuestros antepasados ya leían los cometas como señales del cosmos mucho antes de que existieran telescopios», cuenta Juana Flores, artesana local de San Pedro de Atacama.
Un viaje culinario bajo las estrellas
La gastronomía local se ha adaptado a este turismo estelar, con restaurantes que ofrecen cenas bajo las estrellas mientras se espera la aparición del cometa. Los platos tradicionales como el charquicán o los camarones de río se disfrutan ahora con vistas privilegiadas al cosmos, en experiencias que recuerdan a las que se viven en remotos archipiélagos volcánicos del Índico.
Siete lugares imprescindibles para los cazadores de cometas
El Valle de la Luna, con formaciones que parecen extraterrestres; las Termas de Puritama, para relajarse bajo cielos estrellados; la aldea preincaica de Tulor; las cascadas de Jere; los pequeños pueblos de Guatin y Machuca; la Laguna Chaxa para ver flamencos al amanecer; y la ruta de los Petroglifos de Yerbas Buenas, con arte rupestre que ya registraba fenómenos astronómicos hace milenios.
El fenómeno SWAN25F: planifica tu viaje astronómico
Para mayo de 2025, el cometa SWAN25F será visible justo antes del amanecer. Así como la playa cambiante del Adriático sorprende a los geólogos, este cometa promete maravillar a quienes madrugan para contemplarlo. Los expertos recomiendan reservar con tres meses de anticipación para asegurar alojamiento y tours astronómicos.
Consejos prácticos para una experiencia estelar perfecta
Lleva ropa en capas (la diferencia térmica entre día y noche puede superar los 20°C), una linterna con luz roja para no perturbar la oscuridad, y considera aclimatarte gradualmente a la altitud. Las aplicaciones astronómicas como Sky Tonight te ayudarán a localizar los cometas en tiempo real.
Un encuentro con la eternidad
Contemplar un cometa sobre los observatorios chilenos es una experiencia tan trascendental como ver el Cristo Redentor al amanecer o observar gorilas salvajes en África. «Cuando ves un cometa que tardará miles de años en regresar, entiendes tu pequeñez y a la vez tu conexión con algo infinitamente mayor», reflexiona Carlos Martínez, fotógrafo astronómico residente en Atacama.
En las tierras áridas de Chile, bajo cielos que son ventanas al cosmos, estos visitantes celestes nos recuerdan que somos parte de un universo vasto y misterioso. Si buscas una experiencia transformadora que combine ciencia, naturaleza y cultura ancestral, el desierto de Atacama te espera con sus cometas brillantes, prometiendo noches que permanecerán en tu memoria mucho después de que estos viajeros estelares continúen su eterno viaje por el espacio.